En general, después de un tratamiento de abrasión por vibración, las piezas están húmedas y, por tanto, tienen que secarse.
Hay varias soluciones posibles, pero las más utilizadas son las siguientes:
Las secadoras vibratorias que están diseñadas para secar las piezas mediante un agente secante caliente, como por ejemplo fibra de maíz, cáscara de nuez triturada o cubos de madera dura.
Se utilizan para tratar piezas de serie que deben presentar una superficie limpia y sin manchas.
Las vibraciones producidas provocan una fricción entre las piezas y el agente secante, y aseguran una rotación óptima de la carga. La humedad de las piezas es absorbida por el agente secante calentado. Además del secado, la fricción constante entre las piezas y el agente de secado permite dar a las piezas un ligero efecto de pulido.
Túneles de secado:
Concebida para el secado en continuo de grandes producciones de piezas muy delicadas. El sistema de arrastre de las piezas se realiza a través de una cinta transportadora.
El aire caliente es expulsado por calefactores situados en los extremos de las maquinas.
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